Hacía ya algún tiempo que no se
me ocurría ningún tema para escribir. Siempre se me pasan anécdotas, noticias o
datos interesantes por la cabeza, pero existía un pensamiento más fuerte que
todos ellos que me impedía comentarlos: «seguro que alguien más listo y
documentado que yo ya ha escrito o publicado algo sobre el tema y cualquier
cosa que yo pueda decir es repetitiva o carece de valor».
Pues bien, ya el año pasado, pero
no muchos días atrás, el compañero de profesión Xosé Castro derrumbó esa
falacia que me encadenaba al silencio. Me demostró (sin saberlo) que lo
importante no es la originalidad del mensaje, sino la reacción del receptor.
¿Qué fue lo que me llevó a esta deducción? Jean
Claude Van Damme. Xosé publicó en Twitter un videomontaje de Youtube en el
que el actor, en una película de los años 80, baila al son de Una vaina loca (la famosa versión en
español del tema Hold On, de Gyptian).
Mi reacción fue instantánea: una sonrisa se me dibujó en la cara y el sonido
me invadió el pensamiento durante largo rato, llenándome de energía.
Ya conocía el vídeo, lo había
visto varias veces en distintos momentos, y aun así, me seguía provocando la
misma sensación. Hoy lo vuelvo a ver y respondo igual, ¡me gusta! Entonces, si
el contenido es interesante, ¿qué más da si se repite de varias fuentes, de
distintas maneras o con otras palabras? Si algo parece importante, interesante
o bonito, ¿por qué no compartirlo?
Creo saber el por qué: soy una
persona reservada, práctica y organizada. No me gustan los rodeos, las
duplicidades, la pérdida de tiempo. Prefiero ir al grano, la sinceridad, la
transparencia. La existencia de Internet y todo lo que significa me demuestra
lo pequeñita que soy ante este enorme mundo. Pero ahora lo sé. NO pasa nada. Puedo
expresarme, cuento con una ínfima porción de ese universo para compartir con
las personas de mi entorno (y la posibilidad de ampliarla) y capacidad para
transmitir los mensajes que desee de la forma que quiera. Por esto, entre otras
cosas, desde este momento, voy a escribir y a contaros lo que en mi opinión, de
una manera o de otra, os puede interesar.
Gracias, Xosé, Jean Claude, y a vosotros,
mis lectores, por animarme a volar desde esta nube mía y compartir experiencias
y sonrisas.
Pd.: casi se me olvida mi primera
aportación... Este es el vídeo que os comentaba, ¡que lo disfrutéis!: