martes, 16 de julio de 2013

Pifias tradumentales (2)



La importancia de la corrección en las traducciones relacionadas con el turismo

     Como traductora, es normal que me esfuerce por transmitir la importancia de una comunicación adecuada en los diferentes escenarios y contextos comunicativos. Evidentemente, es mi trabajo lograr trasladar mensajes, intenciones, situaciones comunicativas de un contexto cultural a otro. Pero no vamos a profundizar en este tema hoy. Mi intención ahora es acercaros un poco más hacia mi mundo con un ejemplo real, visual, compartir con vosotros una experiencia, por desgracia, no única.

Escenario: vacaciones en la Bretaña francesa, oficina de turismo de una pequeña localidad de Finisterre:



     Podría pararme a desmenuzar todas y cada una de las palabras de los dos parrafitos en «español», pero en este caso, se cumple el dicho, la imagen es más valiosa. Gracias al título se puede intuir de qué trata el texto, pero los detalles se pierden entre paráfrasis eternas calcadas del francés y palabras sin sentido (¿aconjamiento?). ¿Para qué molestarse en «traducir» esto? En mi opinión, hubiera sido mejor dejar solo el texto en el idioma original. Esto pone de manifiesto que los turistas, los principales destinatarios de este comunicado, al emisor le importan más bien poco. Pues apaga y vámonos...

     ¿No es importante que un grupo de personas que no entiende tu idioma, que supone una importante fuente de ingresos para la región y que se muestra interesada en conocerla, pueda hacerlo? Toda una paradoja: se traduce un contenido para llegar al destinatario (en forma), pero es imposible, puesto que se impide descifrar el contenido (fondo). Ahora bien, mi pregunta es: ¿habrán pagado por esto? Es predecible que, de un modo u otro (por medio de un empleado o de externalización), sí. Entonces, en cierto modo, quieren transmitir la información, aunque a fin de cuentas lo que queda de manifiesto es la falta de cuidado, atención e interés por conseguir el propósito. Entonces, ¿para qué molestarse?

     Personalmente, este texto me provoca rechazo, pero interés desde un punto de vista profesional. Para otro turista, a grandes rasgos, no significará absolutamente nada. Resultado: OBJETIVO FALLIDO.

2 comentarios:

  1. Yo también soy traductor y ver cosas como estas me provocan cuando menos arcadas. Lo peor del caso es que, en algunas ocasiones, hacemos buenas traducciones para que lleguen clientes, nos las pifien y encima nos digan que "no sabemos mucho de la materia". Te dan ganas de decirles: "toma, aquí te doy un libro de sintaxis por si quieres aprender a redactar". Nuestro trabajo, por desgracia, está muy infravalorado. Me siento identificado contigo en ese aspecto. Y como ejemplo, hay puestos de trabajo para traductores en el MAE en el que piden cualquier licenciatura o diplomatura sin importa si eres ingeniero, etc... Y me pregunto: ¿Me dejarían a mí acceder a un puesto de abogado o me pedirían tener Derecho? En fin, siento la divagación pero estas cosas me ponen mal la verdad. Un saludo de otro traductor

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu comentario. No creo que nuestro trabajo esté infravalorado, sino que es desconocido (en este caso, yo lo veo más como una infravaloración hacia su propio negocio, porque la imagen perjudicada es la suya). Desde nuestra posición, lo único que podemos hacer es seguir luchando por hacernos valer cada día; mostrar la importancia de la traducción y los traductores, y hacer nuestro trabajo lo mejor posible. ¡Ánimo! Porque nosotros lo valemos :)

    ResponderEliminar